Para evitar sustos, es importante tener cuidado con las ciberestafas, las aplicaciones y las WiFi públicas
Las vacaciones de verano, incluso unas tan atípicas como las actuales, se encuentran entre los momentos del año en los que los usuarios más utilizan sus «smartphones» y, por ello, también una de las más peligrosas para su información. Si no quiere correr riesgos y ser víctima de alguna ciberestafa o filtración de datos, es importante que siga una serie de prácticas preventivas. Y es que, aunque en internet la protección total no existe, aspirar a ella nunca está de más.
Ojo con las ciberestafas
El «phishing», o las estafas en las que los atacantes suplantan a terceros para robar información, se encuentran a la orden del día. En esta época del año, por ejemplo, es bastante habitual que los atacantes se hagan pasar por inmobiliarias y agencias de viajes para engañar al usuario y robarle datos personales y bancarios. Por eso, todos los expertos recomiendan desconfiar por sistema de cualquier correo, SMS o WhatsApp que recibamos. Especialmente de aquellos que llevan la firma de alguna empresa conocida. Lo mejor que podemos hacer para salir de dudas en estos casos es ponernos en contacto por otra vía, como sería a través de una llamada telefónica, con la compañía que, teóricamente, nos ha contactado.
Usa contraseñas robustas
Las contraseñas son las llaves que dan acceso a todas las plataformas que un usuario emplea en internet, por lo que es imprescindible intentar construirlas de forma que resulten lo más robustas posible. «Una buena contraseña debe tener una longitud considerable y ser inteligible. El usuario no debe utilizar en ningún caso una palabra que tenga que ver con él, como sería su mes de nacimiento o su nombre. También debe contar con números, letras y signos especiales, como serían asteriscos o símbolos del dólar», señalaba a ABC el experto en ciberseguridad Deepak Daswani hace unos meses. Asimismo, es recomendable cambiar las claves de forma regular.
Cuidado con las WiFi públicas...
Evidentemente, las redes WiFi públicas son de gran ayuda cuando salimos de casa por vacaciones y no queremos consumir toda la tarifa de datos. Sin embargo, tenemos que se conscientes que estas conexiones son bastante fáciles de «hackear». Por ello, no es recomendable que cuando estemos usándolas consultemos información sensible, como sería la cuenta del banco o las redes sociales. Lo ideal es utilizarlas únicamente para realizar consultas genéricas que resulten imprescindibles. Asimismo, se debe tener en cuenta que el modo incógnito resulta más seguro.
Y con lo que publicas en redes
Las redes sociales son una herramienta muy útil para estar en contacto con familiares y amigos. Sin embargo, las publicaciones que realizamos dicen mucho sobre nuestra privacidad; por eso es importante emplearlas con sabiduría. «Una fotografía o vídeo puede revelar mucha más información de lo que crees, como tu ubicación, el tiempo que vas a estar fuera de casa o alguna pista con la que un ciberdelincuente podría preparar el gancho perfecto para un ataque por ingeniería social», explican desde la Oficina de Seguridad del Internauta.
Menos aplicaciones
Cuantas menos aplicaciones se descargue en el móvil mucho mejor. Cabe recordar que las tiendas digitales están plagadas de «apps» que, aunque en apariencia parecen honestas, alojan código malicioso en su interior. Esto es especialmente habitual en servicios destinados a la edición de fotografía o relacionados con la moda. Si no quiere caer en la trampa, lo mejor que puede hacer es fijarse en los comentarios de usuarios que las han descargado previamente y contar con un antivirus comercial instalado en el dispositivo.