Además de estos sencillos trucos para aparcar hay que recordar algunos detalles a la hora de ganar en seguridad y comodidad en el estacionamiento, por ejemplo: Recuerda señalizar la maniobra con el intermitente correspondiente y con la suficiente antelación.
Mantén la distancia de seguridad respecto a los vehículos aparcados para evitar roces o daños no deseados. Además, aunque aparcar se te dé fenomenal, haz las maniobras despacio porque pudiera haber cualquier obstáculo como un bordillo o bolardo que no hayas visto (o pero aún, un peatón).
Finalizada la maniobra, deja el volante recto y si estás en una pendiente, pon la marcha atrás o la primera por seguridad (además, por supuesto, del freno de mano).
Como último consejo, recuerda que aparcar no es difícil pero la maniobra saldrá mejor si partes del punto de referencia correcto. Si al intentar meter tu coche en un hueco ves que la maniobra no va bien, sácalo del sitio e inténtalo de nuevo desde el principio, probablemente resulte mejor que rectificar, una y otra vez, sobre la marcha.