400 gr de merluza
200 gr de gambas
12 placas de lasaña precocidas
1/2 cebolla
Aceite de Oliva Virgen Extra
60 gr de harina de trigo
300 ml de leche entera
Sal
Pimienta negra
Orégano
Queso rallado
Para empezar en una sartén con un poquito de aceite cocina los lomos de merluza, ponlos primero por la parte de la piel y después dales la vuelta y salpimenta. Retira de la sartén y deja enfriar, después retira la piel y desmiga. Reserva.
Pela las gambas y retira el intestino de su interior con ayuda de un palillo. Pásalas por la misma sartén que has usado para los lomos de merluza y cocina. Después retira y corta a daditos. Ponlas junto con la merluza.
Pela y pica la cebolla muy menudita. Póchala en la misma sartén que has usado hasta ahora, añade un poco más de aceite si te hiciese falta. Deja que se haga a fuego lento, puedes añadir una pizca de sal para ayudarla a sudar.
Cuando ya cambie de color y sin que se llegue a dorar, añade la harina y cocina unos minutos hasta que no quede harina cruda. Añade la leche poco a poco sin dejar de remover hasta que quede todo integrado. Añade un poco de la bechamel a la merluza y las gambas que tenías reservadas. Sazona con sal y pimienta negra. Reserva el resto de la bechamel
Al comprar las placas de lasaña ya cocidas solo tendrás que sumergirlas en agua caliente durante diez minutos. Procura que no te queden pegadas y que les llegue el agua a todos los lados.
En una bandeja de horno pon una capa de salsa de bechamel, a continuación cubre con las placas de lasaña. Pon encima la mezcla de merluza y gambas y cubre con otra placa de lasaña. Repite la operación 3 veces, acabando con una placa de lasaña y cubre totalmente con el resto de la bechamel reservada.
Encima añade el queso rallado y el orégano.
Hornea a 200ºC hasta que se dore por encima, unos 5 minutos, puedes poner el gratinador si lo necesitas. Sirve caliente.