El Girona se apunta un largo en San Mamés, donde ni había marcado ni había ganado en su corta historia en Primera División. El equipo de Michel mete en un lío de confianza a un Athletic que jugaba para Europa y que esta semana abrirá semifinal de Copa ante Osasuna. Dos goles en propia puerta de Vesga y De Marcos dieron demasiada cuerda a un Girona que ya para el minuto 4 mandaba tras un gol de Aleix García. La lesión de Unai Simón, que tuvo que ser sustituido en el descanso, y la no convocatoria de Nico Williams, aquejado de un esguince de rodilla, afearon todavía más el último fin de semana de febrero.
¡Menudo desastre!
El mediodía rojiblanco era un desastre. La peor de las noticias posibles antes de encarar una semifinal de Copa....o no, vaya usted a saber, que hay teorías para todo. El Athletic sufrió un mundo antes de escuchar a Valverde en el descanso. Otro autogol, esta vez con una carambola al golpear en Vesga tras haber desviado antes Yeray, subió el 1-3 al marcador. El descuento frustró un descanso con esperanzas porque en el 35' la desventaja era mínima después de que Yuri acortase distancias con un disparo desde fuera del área (35') que puso de nuevo en guardia a San Mamés. Lo poco que habían argumentado hasta entonces para acercarse en el marcador fue un lanzamiento de falta de Berenguer, al que respondió muy bien Gazzaniga, y un remate de Iñaki Williams que encontró portería, pero que se convirtió en gol anulado porque el hombro del delantero estaba más adelantado que el talón del defensor.
Agirrezabala sustituyó por lesión a Unai Simón en el descanso y el internacional sub21 tardó poco en ponerse a tono porque nada más empezar tuvo que intervenir a un disparo de Riquelme. El partido estaba para romper amistades en una grada que maldecía el mediodía. El Athletic, inferior al Girona en todas las fases del duelo, se la jugaba a un imposible. Que los leones hubiesen rascado en una cita que ya se movía según mandaba el reloj habría implicado otros dos goles en propia puerta. El final del duelo fue más duro para los locales porque Morcillo, recién salido al campo, dejó al equipo con 10 tras lesionarse en el hombro por una mala caída. El último arreón llegó a partir de un error garrafal de Valery, que vendió a Gazzaniga, y permitió el gol de Raúl García. La oportunidad de empatar fue la chispa de los cinco minutos de descuento.
