Una de las averías más frecuente más leves en un coche de combustión es la descarga de la batería. Ese momento en el que activas el contacto de la llave y el motor no termina de arrancar, una señal inequívoca de que la batería necesita recargarse de forma inmediata, o bien reemplazarla por una nueva si ya tiene muchos años. La misma situación puede pasar con la batería de los coches eléctricos, que se descargan de vez en cuando sin tener el mismo funcionamiento que las baterías de los motores convencionales. Vamos a decirte cómo evitar dicha situación.
Esto ocurre generalmente cuando el coche está un largo periodo de tiempo sin estar en marcha, como cuando dejas un móvil en el cajón sin usarlo. Al tiempo, es probable que el coche eléctrico no pueda arrancar, porque esa energía no se ha utilizado y se ha descargado. Pero también puede pasarte fuera de casa, especialmente si dejas el vehículo expuesto a temperaturas extremas.
Suponiendo que te has quedado sin batería, las soluciones son pocas. No ocurre como en los coches de combustión, que cuentan con maneras de recargar sus baterías de forma mínima para seguir adelante, aunque sea a una velocidad menor. Tampoco hay una reserva como ocurre con los depósitos de combustible, así que la cifra de energía que te muestra el ordenador de a bordo está reflejada en términos reales.
Por lo tanto, lo único que te queda es llamar a una grúa para remolcar el coche, ya sea a través del seguro o del servicio que ofrece la propia marca ante estas situaciones. También existe un tipo de ayuda en el que un vehículo de asistencia llega con un punto de carga portátil para recargar la batería a unos niveles mínimos para llegar al destino o a la estación de servicio más cercana. De todas formas, es recomendable contratar un servicio de grúa específico para coches eléctricos, lo que te ayudará a ahorrar una cantidad considerable de dinero en momentos como este.
Desconectar la batería o usar un cargador de batería
Si piensas que cuando apagas el motor del coche eléctrico no va a gastar ninguna energía, estás en un error. El vehículo tiene un consumo mínimo para que el sistema de arranque pueda actuar cuando se lo ordenes en cualquier momento. Aunque esto termina siendo contraproducente, porque esa mínima energía termina agotando la batería por completo.
Por eso, lo mejor es desconectar la batería por completo para mantenerla intacta durante el tiempo que quieras. Para ello, tienes que desconectar el polo negativo (negro) y después el polo positivo (rojo), proceso que tienes que seguir también para volver a conectarla, aunque primero iría el positivo y luego el negativo.
Otra cosa que puedes hacer es usar un cargador de batería. No es lo mismo que cargar el coche eléctrico por completo, sino que se trata de un dispositivo para mantener la batería con unas constantes vitales mínimas.
Arrancar el motor de forma periódica
Es un truco tan histórico como efectivo, aunque eso requiere acordarse cada cierto tiempo de acudir al garaje o al aparcamiento para hacerlo. No le vendrá mal al vehículo enchufable, porque básicamente es mantener en buen estado la batería.
Todo consiste en arrancar el coche de forma periódica, sin dejar demasiado intervalo de tiempo entre cada arranque. Cuando lo hagas, aparte de dejarlo algunos minutos arrancado, puedes optar por pisar el acelerador y mantener en las 2.000 RPM el pedal para que el motor coja cierta temperatura.