
Ingredientes:
100 gramos de leche condensada
250 ml de nata para cocinar
3 hojas de gelatina
10 bizcochitos tipo soletilla
Canela al gusto
Elaboración:
Ponemos las hojas de gelatina en agua, según las propias indicaciones del producto. Tendrás que acostumbrarte a hidratar la gelatina cuando necesites emplearla en alguna receta. El agua tiene que estar fría y ser abundante.
Mientras hidratamos las hojas de gelatina, podemos aprovechar el tiempo para calentar la leche condensada. Podrás hacerlo en el microondas durante unos pocos minutos o en un cazo. Da igual como lo hagas siempre que temples la leche condensada para poder diluir esa gelatina.
Montamos la nata aparte. Aunque lo podrás hacer con un poco de paciencia y unas varillas, si tu batidora cuenta con este accesorio será cuestión de minutos.
Una vez está la nata montada por un lado y la leche condensada y la gelatina por el otro, une los ingredientes ayudado por unas varillas o por lo que se conoce como una lengua de repostería.
Forramos un molde con papel vegetal. Podrás usar mantequilla para que ese papel quede perfectamente adaptado a la forma del molde. Añade la mousse que hemos conseguido en el paso anterior.
Encima de la mezcla coloca los bizcochitos de soletilla y ponlo en la nevera.
Pasadas unas horas, podrás desmoldar la tarta y espolvorear la superficie con la canela en polvo.