El Grupo Prisa, que inicialmente mostró interés por la licencia TDT que podía quedar libre tras el posible cese de emisiones de Gol Play, ahora sopesa si concurrir al concurso público que el Gobierno lanzará en los próximos meses.
La compañía, que veía en esta oportunidad una vía para diversificar su presencia en el sector audiovisual, está evaluando los costes asociados al proyecto y su viabilidad a largo plazo, lo que podría redefinir sus prioridades estratégicas. Prisa ha sido uno de los principales actores en el sector televisivo desde los años 90 y hace ya casi 10 años mostró interés por otro concurso de la TDT.
El Ejecutivo creará una nueva licencia que será sometida a un concurso público, abriendo la puerta a nuevos operadores interesados en reforzar su presencia en el espectro televisivo. Esta decisión responde a la necesidad de garantizar la transparencia y la competencia en un sector en constante evolución, aunque parece que el objetivo final del Gobierno es que un medio de tendencia progresista se haga con esta licencia. Aunque aún no se conocen los detalles técnicos del proceso, se espera que la licitación atraiga tanto a grandes grupos mediáticos como a nuevos actores del mercado.
Prisa, en un primer momento, veía con buenos ojos la posibilidad de hacerse con esta licencia para lanzar un nuevo canal que complementara su oferta mediática, hasta ahora dominada por sus medios escritos y radiofónicos como El País y la Cadena SER. Sin embargo, el elevado coste que implicaría no solo adquirir la licencia, sino también mantener un canal competitivo en un mercado saturado, ha hecho que la compañía reevalúe.
Fuentes cercanas a Prisa señalan que el principal obstáculo no radica en el proceso de licitación en sí, sino en los costes operativos que conlleva mantener un canal en la TDT. La producción de contenidos originales, la infraestructura técnica y la competencia con las grandes cadenas establecidas y las plataformas digitales suponen un desafío financiero que el grupo está analizando con detenimiento.
Además, el contexto actual del mercado audiovisual no es el más favorable. Las audiencias de la TDT han ido disminuyendo en los últimos años, desplazadas por el auge de las plataformas de streaming y el consumo de contenidos a la carta. Esto plantea dudas sobre el retorno de la inversión en un canal que debería competir no solo con otros operadores de TDT, sino también con gigantes digitales que dominan la atención de las audiencias.
Prisa no ha descartado del todo su participación en el concurso, pero fuentes del sector indican que el grupo podría optar por priorizar otros proyectos que requieran menos inversión y ofrezcan mayor flexibilidad. Entre las opciones que se barajan estaría el fortalecimiento de su oferta digital o incluso la colaboración con otros operadores para compartir los costes de un posible canal conjunto.
Mientras Prisa reconsidera su participación, otros actores del mercado parecen dispuestos a seguir adelante en la TDT, como es el caso de Gol Play, que recientemente renovó su acuerdo con Unidad Editorial (propietaria de la licencia de TDT) para mantener el proyecto de Mediapro al menos 3 años más hasta 2028.
El interés inicial del grupo se enmarcaba en una estrategia de diversificación para reforzar su posicionamiento en el ámbito audiovisual, especialmente tras años de consolidación en el terreno de los medios tradicionales. Sin embargo, la posibilidad de asumir riesgos elevados en un entorno cada vez más competitivo podría hacer que Prisa modere sus ambiciones en el concurso por la licencia de TDT.
Este concurso podría marcar un punto de inflexión en el panorama televisivo, ofreciendo espacio para nuevos proyectos que revitalicen la TDT. Por ahora, el foco está en la próxima convocatoria del concurso, cuyos términos determinarán qué tipo de proyecto podrá hacerse con la nueva licencia.
