Para la base:
200 gramos de galletas Digestive trituradas
80 gramos de mantequilla derretida
Para el relleno:
500 gramos de ricotta
3 peras maduras peladas y cortadas en cubos pequeños
150 gramos de panela rallada
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
Ralladura de limón
1 pizca de sal
Para decorar:
1 pera cortada en láminas finas
Panela rallada
Preparar la base de la tarta. Para ello, mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta que se forme una masa homogénea. Coloca la mezcla en el fondo de un molde para tarta previamente engrasado y presiona con los dedos para que quede compacta. Lleva el molde al refrigerador mientras preparas el relleno.
Precalentar el horno a 180°C.
En un tazón grande, mezcla la ricotta con los huevos, la ralladura de limón, la pizca de sal y la cucharadita de extracto de vainilla hasta que se forme una mezcla uniforme. Agrega la panela rallada a la mezcla de ricotta y remueve hasta que esté completamente integrada. Agrega los cubos de pera a la mezcla y revuelve con cuidado para no romperlos.
Saca el molde del refrigerador y vierte la mezcla de ricotta y pera sobre la base de galleta. Alisa la superficie con una espátula.
Coloca las láminas de pera sobre la mezcla de ricotta y presiona ligeramente para que se adhieran. Espolvorea un poco más de panela rallada sobre la superficie de la tarta. Hornea durante unos 40-45 minutos o hasta que la tarta esté dorada y firme al tacto.
Saca la tarta del horno y déjala enfriar a temperatura ambiente antes de desmoldarla. Una vez que la tarta esté fría, decora con un poco más de panela rallada y sirve.
Esta tarta de ricotta, pera y panela es un postre exquisito que combina texturas y sabores en cada bocado. La base de galleta le da un toque crujiente y la mezcla de ricotta con pera es suave y cremosa. El toque de panela le da un toque dulce y caramelizado que la hace aún más deliciosa.
Si te gusta experimentar en la cocina, puedes agregar otros ingredientes a esta tarta. Por ejemplo, puedes agregar un poco de jengibre rallado a la mezcla de ricotta y pera para darle un toque de especias, o puedes añadir un poco de nueces picadas a la base de galleta para darle un toque crujiente extra.
Es perfecta para servir como postre después de una cena especial, pero también puede ser una excelente opción para un brunch o un almuerzo ligero. Se puede servir sola o acompañada de una bola de helado de vainilla o una cucharada de crema batida.
Además, esta tarta es muy fácil de preparar y no requiere de habilidades culinarias avanzadas. Si eres principiante en la cocina, esta receta es perfecta para empezar a experimentar con la repostería.
