Sin duda, es la forma de aparcar más sencilla, sobre todo si la maniobra se realiza de frente, ya que solo tendrás que girar lo necesario para colocar el coche en el hueco disponible.
Para no tener problema alguno, es importante, en un primer momento, girar un poco el volante al lado contrario al del estacionamiento para, así, poder abrir el ángulo y colocar el coche en una sola maniobra.