Información de la receta
Raciones: 2 personas
Calorías por ración (kcal): 420
Tiempo de preparación: 5 minutos
Tiempo de cocinado: 10 minutos
Tiempo total: 15 minutos
400 gr de langostinos frescos
8 dientes de ajo
3 guindillas secas
Perejil fresco picado
200 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal
Comenzamos por pelar los dientes de ajo y seguidamente, cortarlos en láminas finas. Colocamos los ajos laminados en una cacerola pequeña, vertemos el aceite de oliva y agregamos las guindillas secas.
Calentamos la cacerola a fuego medio-bajo y mientras se va calentado el aceite, nos dedicamos a limpiar los langostinos, retirando cabeza, carcasa y cola. Una vez limpios, salamos con una pizca de sal y reservamos.
Cuando el aceite coja temperatura, y los ajos hayan cogido algo de color, añadimos los langostinos, subimos el fuego a medio-alto y freímos durante un minuto por cada lado si los langostinos son medianos, y dos minutos por cada lado, si los langostinos son grandes. Conviene no pasarse con el tiempo de fritura, pues los langostinos tienden a resecarse y adquirir una textura gomosa que resulta desagradable.
Seguidamente, retiramos la cacerola del fuego y traspasamos los langostinos al ajillo a una cazuela de barro, y servimos previamente espolvoreados con perejil fresco picado.
Resumen fácil de la receta
Añadir los ajos pelados y laminados a una cacerola junto con las guindillas y el aceite de oliva.
Calentar la cacerola a fuego medio-bajo.
Limpiar los langostinos, retirando cabeza, carcasa y cola.
Agregar los langostinos a la cacerola y freír a fuego medio-alto durante un minuto por cada lado.
Emplatar los langostinos al ajillo en cazuelas de barro individuales, espolvorear con perejil picado y servir.