Raciones: 15 porciones
Calorías por ración (kcal): 200
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocinado: 20 minutos
Tiempo total: 35 minutos
140 gr de harina de trigo
1 manzana
1 limón
1 huevo
150 gr de yogur griego natural
2 cucharadas de azúcar
Azúcar glas
1 cucharadita de levadura química
2 cucharaditas de miel
1 cucharadita de canela
Aceite de girasol
Comenzamos pelando la manzana y después la rallamos finamente sobre un bol. Lavamos el limón y rallamos la piel suavemente, lo agregamos a la manzana. Exprimimos el limón y lo vertemos encima junto a la canela y mezclamos.
Pasamos el huevo y el azúcar a un bol y lo batimos con ayuda de unas varillas. Le agregamos el yogur y mezclamos hasta integrarlo. Agregamos la manzana a esta mezcla y removemos.
Tamizamos la harina con la levadura y la vamos añadiendo poco a poco al resto de ingredientes, removemos hasta obtener una masa de consistencia pegajosa pero sin grumos.
Ponemos una sartén al fuego medio-alto y pincelamos el interior con un poco de aceite. Cogemos porciones de la masa con una cuchara y la vamos añadiendo a la sartén. Las cocinamos hasta que aparezcan burbujas en la superficie y los bordes estén dorados, luego les damos la vuelta con una espátula de silicona y las cocinamos por el otro lado hasta que estén doradas.
Las retiramos sobre una fuente y seguimos con toda la masa hasta acabarla. Luego las cubrimos con un poco de miel y espolvoreamos por encima azúcar glas a nuestro gusto y listas para probar!.
Resumen fácil de la receta
Pelar la manzana y rallar finamente sobre un cuenco.
Lavar el limón, rallar ligeramente la piel y añadirla a la manzana. Exprimir el limón, añadirle la canela y mezclar.
Pasar el huevo a un bol y mezclar con el azúcar utilizando un batidor. Añadir el yogur y mezclar bien.
Añadir la manzana y remover.
Tamizar la harina con la levadura y añadirla poco a poco al resto de ingredientes, mezclar hasta que se forme una masa pegajosa pero sin grumos.
Poner una sartén a fuego medio y pincelar el interior con una pequeña cantidad de aceite.
Coger un poco de la masa con una cuchara, colocarla en la sartén y cuando esté dorada, darle la vuelta con una espátula de silicona y cocinar por el otro lado.
Retirar a un plato y continuar con toda la masa hasta acabarla. Rociar con un poco de miel y espolvorear con azúcar glas al gusto.
