Nuestro propio coche nos avisará cuando las bujías no estén en plena forma, tengan algún fallo o estén averiadas. Entre los varios síntomas que nos dan pie a pensar que pueda haber algún tipo de problemas con estas pequeñas piezas del vehículo, está el aumento del consumo de combustible, independientemente de que sea gasolina o diésel, ya que las bujías están presentes en ambos tipos de motor.
Otros síntomas que nos pueden ponen en alerta sobre los problemas en las bujías del coche son que da tirones al circular, que tiene un ralentí inestable o dificultades a la hora de arrancar y que pierde potencia, según explica el RACE.
La chispa que enciende la mezcla:
¿Cómo afectan las bujías en el consumo de combustible? Estas pequeñas piezas son las encargadas de proporcionar la chispa de encendido que prenda el combustible en la cámara de combustión. Únicamente cuando están en buenas condiciones generan un encendido eficiente y es solo en este caso cuando se garantiza la potencia adecuada, con el consumo correcto y bajas emisiones. La energía del encendido de la mezcla por parte de la bujía es importante para que la inflamación de la mezcla de aire y combustible sea la adecuada.
La bujía, en los motores de gasolina, tiene que inflamar con una chispa eléctrica la mezcla de aire y combustible existente en la cámara de combustión y tiene que hacerlo siempre en el momento exacto a un ritmo de miles de veces por minuto.
Este exceso de trabajo puede provocar que la bujía se desgaste, siendo esta la causa más común de fallo. Cuando por el desgaste, por ejemplo, hay acumulaciones en el extremo del aislador, se prenderá el combustible disparando el consumo y provocando pérdida de potencia del motor. Igualmente, un calentamiento excesivo de la bujía por el desgaste acumulado prenderá el combustible antes de que se produzca la chispa.
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