Se encuentran dos amigos leperos en la calle y le dice uno:
- ¿Qué te ha pasado que tienes todo el cuerpo con moratones?
Y responde el otro:
- Pues es que iba con la moto muy rápido y, ¿te acuerdas del edificio, ese que ponía “se traspasa”?
- Sí, ese de piedra tan bonito.
- Sí. Pues no es verdad. ¡No se puede traspasar!