¿Cómo ven el mundo? ¿Qué piensan? ¿Cómo podemos entenderlos? Seguro si tienes un perro, estas son preguntas que más de una vez se te han pasado por la mente. Te contamos todos los secretos.
Los perros siguen siendo los verdaderos protagonistas en la mayoría de hogares en España. Una mascota de compañía ideal que para muchos ha pasado a convertirse en un miembro más de la familia, pero de la que cada día conocemos algo nuevo. Y es que, aunque la conexión entre compañero humano y perro sea en la mayoría de las ocasiones insuperable, hasta el punto de poder saber con una simple mirada lo que nuestro perro quiere, lo cierto es que tanto sus sentidos como sus pensamientos siguen siendo un auténtico misterio para los humanos. Puede que te preguntes por ejemplo ¿cómo ven los perros?, ¿por qué ladran a la nada?, cómo pueden saber cuando estamos deprimidos o enfermos o simplemente: ¿cómo piensan?.
Pero para responder a esta última pregunta, es necesario dedicar a nuestro peludo horas y horas de observación y tener claro que los perros son animales capaces de razonar y de sentir. Por lo que, nadie mejor que nosotros, además de los etólogos y educadores caninos, para entenderlos y reconocer su lenguaje corporal y verbal y para acercarnos en definitiva un poco más a sus pensamientos.
Se ha demostrado científicamente que, al igual que los humanos somos capaces de reaccionar de diferente forma ante diferentes olores, sabores o personas y diferenciar aquellas que nos gustas de las que no, los perros cuentan con una capacidad de reconocer sus preferencias parecida a la nuestra. Todo esto ocurre en la región cerebral denominada núcleo caudado y es la que les ayuda a distinguir entre las emociones positivas y las negativas en su día a día. Por lo que, no solo está demostrado que los perros piensan, sino que además sienten y eligen sus preferencias de un modo muy similar al de los humanos.
Por otro lado, un estudio realizado en la Emory University de Atlanta ha demostrado también que la percepción sonora en humanos y perros también cuenta con similitudes. Esto quiere decir que los perros son capaces de asociar nuestras modificaciones en la entonación del habla para comprender nuestros cambios de humor.
Todo ello unido por supuesto a su capacidad para sentir. Y es que como otros animales, los perros también son seres sintientes a pesar de que no puedan comunicarnos lo que sienten con palabras. De hecho, son muchos los perros que no dudan en acercarse a sus dueños cuando sienten que están tristes o incluso enfermos.
¿Cómo piensan los perros?
Aunque llegar a saber lo que piensa nuestro peludo pueda parecer algo imposible, como te hemos señalado al comienzo, nadie mejor que sus compañeros humanos para acercarse a su forma de ver el mundo y si es con la ayuda de algún educador canino o etólogo aún mejor. Estos especialistas nos ayudarán a comprender determinadas conductas de nuestro perro y nos guiarán también a entender como enfrentarnos a ciertos comportamientos.
En cuanto a las capacidades mentales de estos peludos de cuatro patas, se ha comprobado que los perros responden a estímulos sociales y con la ayuda de un área concreta del cerebro que es responsable de la percepción y el aprendizaje. De hecho, hay quienes comparan la mente de estos animales con la de un niño pequeño, ya que al igual que ellos son capaces de sentir empatía, amor, tristeza…
Todo ello unido a su capacidad para memorizar palabras y para reconocer a personas y otros compañeros peludos, así como también a otras especies. También son capaces de recordar cientos de palabras diferentes y ejercicios o comandos que nosotros les enseñamos.
Pero si hay un sentido que interviene y mucho en su pensamiento, ese es el del olfato. Uno de los sentidos más desarrollados que presentan, junto con el oído, y con el que estos peludos son capaces de entender el entorno que les rodea o incluso identificar nuestro estado de ánimo.
¿Cómo comunican sus pensamientos?
Aunque los perros no hablan, sí que pueden comunicarse entre sí y con nosotros a través de gestos, posturas, sonidos y olores. Esas son sus herramientas para acercarnos a su estado emocional, necesidades, deseos y status. Por todo ello, es fundamental que sus compañeros humanos sean capaces de conocer y de aprender la forma en la que estos peludos se comunican y con el fin de entenderlos y comprenderlos. Conseguir esa conexión entre compañero humano y perro, no solo conseguirá acercarte a su pensamiento y mejorar la convivencia con tu compañero de cuatro patas, sino que también reforzará la relación y el vínculo con tu perro.