Autor Tema: Las piscinas naturales que esconde el Valle del Jerte  (Leído 3044 veces)

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Las piscinas naturales que esconde el Valle del Jerte
« en: Septiembre 27, 2021, 01:23:51 pm »


Si crees que el verano en el interior de la península no puede disfrutarse a remojo estás muy equivocado. Las vacaciones sin playa también son vacaciones, igual de refrescantes que en la costa, y para los más tiquismiquis de la arena, sin necesidad del rebozado playero. Las piscinas naturales son una gran alternativa para descubrir otros paisajes durante el verano y disfrutar de un buen chapuzón en agua dulce entre montañas. Si hay un lugar de interior en España conocido por sus aguas ese es el Valle del Jerte, en la provincia de Cáceres (Extremadura). No es casualidad que a esta zona se le denomine ‘El valle del Agua’, porque además de cerezos (y cerezas) en la comarca del Jerte hay un sinfín de rincones, a cada cual más bonito, donde remojarse.

Extremadura es la segunda comunidad autónoma en el censo de playas de agua dulce en España, con 36 zonas de baño de la región dentro del sistema Náyade, el proyecto del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que examina el buen estado de las aguas para el baño, solo por detrás de Galicia con 64. Pero fuera de esta lista existen muchas más. La mayoría de las piscinas naturales, gargantas y playas fluviales extremeñas se localizan en el norte de la región. En el Valle del Jerte pueden localizarse, al menos 16 de estas, según recoge la Asociación de Turismo 'Tujerte'. Estas son solo algunas de esas piscinas naturales jerteñas que no tienen nada que envidiar a ninguna playa:

Los Pilones (Jerte/Cabezuela del Valle)


Esta es probablemente la piscina natural más conocida del Valle del Jerte. Aunque no es una sino 13 piscinas, ubicadas en plena Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Sus llamativas formas, fruto de la erosión del agua sobre la roca granítica de la zona a lo largo de millones de años, la convierten en una de las más bellas pero también de las más buscadas. Son, por tanto, pequeñas fosas naturales, que reciben el nombre de ‘marmitas’. Ya te estarás imaginando que, efectivamente, no se puede acceder a ellas en coche, solo es posible a través de dos senderos que hay que hacer a pie (así que prepara el bañador y botas de montaña). Uno de los senderos comienza en el pueblo de Jerte y dura aproximadamente 3,5 kilómetros, y el otro parte de la entrada principal de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, en la N-110, por lo que es algo más corto pero más intenso. Estas piscinas, como la mayoría de esta lista no cuentan con socorrista, tampoco con área de servicio o chiringuito. Eso sí, para las familias con perros, está permitido su acceso aunque tienen que ir atados en toda la Reserva Natural.

Piscina natural El Nogalón (Jerte)


También en el municipio de Jerte se encuentra esta piscina excavada sobre rocas por la misma presión del agua. Se trata de una de las piscinas naturales más concurridas del valle debido principalmente a su fácil acceso. A diferencia de la anterior, la piscina de El Nogalón cuenta con chiringuito, parque infantil, merendero y aparcamiento. Se encuentra a las afueras del pueblo, atravesada por un puente, entre un parque de fresnos y nogales y una explanada de arena. Tampoco cuenta con socorrista. Está abierta al público desde mediados de junio hasta mediados de septiembre. No se admiten perros.

Piscina natural La Tenería (Jerte)

Volviendo a las piscinas más silvestres de la zona, esta es más tranquila que la Piscina del Nogalón, una alternativa menos transitada a tan solo 200 metros más arriba, siguiendo el mismo cauce del río Jerte hacia la Garganta de Los Papuos. Se accede desde la N-110, atravesando el municipio y cruzando el propio puente que atraviesa la piscina anterior, aunque también tiene acceso directo desde la Calle Tenerías de la localidad (al otro lado del jardín de la Hospedería Valle del Jerte). Ten en cuenta que no cuenta con chiringuito, ni admite perros. Se puede llegar a ella en coche aparcando en el mismo aparcamiento que la anterior. Actualmente, se encuentra cerrada temporalmente, pendiente de poder abrir al público.

Piscina natural La Pesquerona (Cabezuela del Valle)


Esta es la que se encuentra a mayor altitud en el cauce del río Jerte a su paso por Cabezuela del Valle (la localizarás a las afueras del municipio). Se trata de una gran balsa de agua rodeada de césped y arena. Muy cerca de ella se encuentra además la Oficina de Turismo de la Mancomunidad, así podrás ubicarla mejor. Cuenta con chiringuito, zona de sombra, arenero, parque infantil y aparcamiento. No se admiten perros.

Piscina natural El Simón o del Puente Azul (Cabezuela del Valle)


La anterior tiene una piscina hermana, la de El Simón. Ambas se encuentran tan cerca que comparten los servicios con ella: chiringuitos, espacios verdes, aparcamiento... De hecho, se puede acceder a ella por La Pesquerona, atravesando el puente peatonal que se observa en la imagen. Tampoco tiene socorrista.

Piscina natural La Picaza (Cabezuela del Valle)

Esta es, de todas las que se concentran en la localidad de Cabezuela, la menos adaptada para el baño, pero también la más tranquila. Tiene pequeñas explanadas para tomar el sol. Ocupa parte del río por debajo del puente romano y hasta la siguiente piscina, la piscina del Vao. Se puede acceder con coche cruzando el puente romano en dirección a Jerte. O si lo prefieres, caminando por unas escaleras, desde la calle Doctor Sayans Castaños. No tiene socorrista ni chiringuito. Tampoco admite perros. Abierta de mediados de junio a mediados de septiembre.

Piscina natural El Vao (Cabezuela del Valle)

Esta piscina se encuentra en la orilla del río Jerte a su paso por la parte baja de Cabezuela del Valle, junto al colegio de la localidad. Cuenta con terrazas de hierba y zona de sombra. Para llegar a ella hay que cruzar el pueblo en dirección Jerte. Aunque cuenta con aparcamiento, también puede aparcarse por el pueblo y acceder directamente desde la calle Marcelo Muñoz Díaz. La encontrarás abierta desde mediados de junio a mediados de septiembre. No tiene socorrista. No se admiten perros.

Piscina Natural El Cristo (Navaconcejo)

Se trata de una gran explanada a orillas del río a su paso por la localidad de Navaconcejo, en plena zona de bares y terrazas del municipio. Esta piscina cuenta con zona verde donde podrás refugiarte del sol bajo la sombra de grandes alisos. También tiene zona de merendero, parque infantil y varios aparcamientos cercanos. No tiene socorrista. Tampoco se admiten perros. Para llegar a ella hay que entrar en Navaconcejo por el sur y girar a la izquierda antes de las primeras casas para tomar la calle del Santísimo Cristo, en paralelo a esta se encuentra la piscina.

Piscina Natural Los Pozos (El Torno)

En esta localidad encontramos dos piscinas naturales próximas: La de Los Pozos y la de La Alameda del Pino. Para llegar a la primera hay que acceder desde la calle Las Callejas, siguiendo la carretera en dirección a Cabezabellosa. A unos 200 m del cruce, y en dirección a la derecha, hay unas escaleras de piedras, subiendo esas escaleras a unos 100 m está la piscina natural. Esta piscina no cuenta con chiringuito ni socorrista, y tampoco admite perros. En cuanto a la segunda, se accede a ella por la carretera de El torno, a unos 200 metros de la N-110. Hay que atravesar el puente que encontrarás en el camino, y tras este se encuentra un desvío que te conducirá a esta zona de baño con chiringuito.

Piscina natural Los Pingueros (Tornavacas)

Una piscina natural en lo alto del pueblo de Tornavacas. A pocos kilómetros del nacimiento del río Jerte, este lugar ofrece las aguas frescas y claras del comienzo del caudal. La piscina tiene dos niveles de profundidad, uno más pequeño, ideal para niños/as y otro más hondo. En cualquier caso, hay que tener mucho cuidado pues no cuenta con socorrista. Eso sí, también hay zona de césped, chiringuito y parque infantil. No se admiten perros. Abierta hasta principios de septiembre.

Además de estas, hay muchas más en casi cada municipio de la zona, así como charcos (zonas de agua más pequeñas), lo que convierte una ruta en coche por el interior de Extremadura en toda una aventura a la que no se le resistirá ni el calor del verano.